El malware VectorStealer puede filtrar datos confidenciales
VectorStealer es un tipo de software malicioso que se utiliza para robar datos confidenciales sin el conocimiento del usuario. Está clasificado como un ladrón de información y se puede utilizar para extraer detalles de inicio de sesión, números de tarjetas de crédito, información de tarjetas de identificación y datos de varias aplicaciones.
Los ciberdelincuentes usan VectorStealer de diferentes maneras para obtener acceso a las cuentas de los usuarios. Puede actuar como un registrador de teclas, registrando la entrada del teclado, o puede usarse para extraer datos de los navegadores web, como datos de autocompletar, contraseñas e historial de navegación.
La información robada obtenida por VectorStealer se puede usar para una variedad de propósitos nefastos, como robar cuentas en línea, identidades, dinero (incluidas las criptomonedas) y más. Además, las cuentas de correo electrónico robadas se pueden usar para engañar a otros usuarios para que envíen dinero o descarguen malware.
Para protegerse contra VectorStealer y otros programas maliciosos similares, los usuarios deben tomar medidas para garantizar su seguridad, como usar contraseñas seguras y autenticación de dos factores siempre que sea posible. Además, deben mantener sus sistemas operativos actualizados con los parches de seguridad más recientes y utilizar un software antivirus confiable.
¿Cómo se distribuye el malware como VectorStealer?
El malware Infostealer como VectorStealer se distribuye normalmente a través de correos electrónicos maliciosos, sitios web maliciosos y kits de explotación. Los correos electrónicos maliciosos a menudo se disfrazan como mensajes legítimos de empresas u organizaciones y contienen archivos adjuntos maliciosos o enlaces a sitios web maliciosos. Los sitios web maliciosos se pueden usar para enviar el malware directamente a la computadora del usuario o redirigirlo a un sitio web que aloja un kit de explotación. Los kits de explotación son herramientas automatizadas que buscan vulnerabilidades en un sistema y luego usan esas vulnerabilidades para instalar malware en el sistema de destino. Además, los actores de amenazas también pueden usar técnicas de ingeniería social, como campañas de phishing, para engañar a los usuarios para que descarguen e instalen el malware.