El mercado negro en línea de certificados de vacunación falsos sigue en auge
Los malos actores han estado aprovechando al máximo la pandemia de Covid-19 desde su inicio. Con la introducción de las vacunas, aunque todavía eran relativamente escasas, los estafadores se centraron en ofrecer a las personas preocupadas oportunidades falsas de vacunación con "luz verde". Ahora los malos actores se han orientado hacia una nueva oportunidad lucrativa de lucro ilegal que brinda la situación actual.
En todo el mundo hay un número considerable de personas que no están dispuestas a someterse a la vacunación contra Covid. Esto abre la puerta a estafadores y estafadores para ofrecer documentos de vacunación falsos y venderlos en línea en el mercado negro.
Los requisitos para viajes internacionales se han endurecido en todo el mundo y se aplican restricciones importantes a quienes no están vacunados. Incluso a nivel regional, los países han comenzado a introducir requisitos y restricciones locales para quienes no están vacunados, incluido el acceso limitado a eventos y lugares públicos.
Los estafadores ofrecen prácticamente todo lo que pueda necesitar, independientemente de su país de residencia, desde tarjetas de vacunación de EE. UU. Hasta certificados de vacunación europeos.
Los sitios web del mercado negro que venden esos documentos de vacunación falsos están jugando con el ángulo y la narrativa que muchos de los que llamarías "anti-vacunas" quieren escuchar: que les están haciendo un "favor" a sus clientes al ayudarlos. no "doblar la rodilla" ante las autoridades. Esto suele ir acompañado de información falsa acerca de que las vacunas son peligrosas para la salud humana e incluso "venenosas".
Diferentes foros en línea ofrecen diferentes documentos de certificación para la vacunación, incluidos los certificados locales que se utilizan solo dentro de los límites de un solo país.
La razón por la que este tipo de negocio ilegal puede prosperar en primer lugar es doble. Por un lado, los considerables volúmenes de información falsa que se están difundiendo a través de las redes sociales y otros canales online, a pesar de los mejores esfuerzos de dichas redes, contribuyen de forma masiva a que la vacunación sea un "factor de miedo". Por otro lado, ya hay un gran número de personas que están firmemente convencidas de que la vacunación es dañina y ninguna cantidad de datos médicos o estadísticos los persuadiría de lo contrario.